Tarjeta amarilla y tarjeta roja: si un jugador viola las reglas del juego, el árbitro tiene la opción de sancionar su infracción con tarjeta amarilla o roja. En parte, queda a discreción del árbitro qué tarjeta sacar como castigo, incluso si muchos espectadores no están de acuerdo. Especialmente en la Bundesliga, en el estadio o en la televisión, los espectadores a menudo no entienden cuando el árbitro ha entregado una tarjeta.
no tuvo en cuenta las distancias prescritas para los saques de banda, las esquinas y los tiros libres
entra en el terreno de juego sin el permiso del árbitro
abandona intencionadamente el terreno de juego sin el permiso del árbitro
balonmano intencional
El castigo de los jugadores queda, al menos en parte, a discreción del árbitro.
En la Bundesliga y las demás ligas profesionales del DFB, se aplica el reglamento que un jugador tiene prohibido un juego después de cada tarjeta amarilla en cinco juegos de campeonato de una temporada.
Expulsión / tarjeta roja
Un jugador es expulsado si:
comete una falta grave
comete un asalto
escupe a otra persona en o cerca del campo de juego
una clara oportunidad de gol frustrada por un balonmano deliberado
evita una clara oportunidad de gol, por ejemplo, como el último hombre, en forma de un «freno de emergencia»
Realiza insultos y gestos despectivos hacia otros jugadores u otras personas.
es amonestado por segunda vez en el mismo juego
Especialidad
Tarjeta amarilla-roja
El último punto es una especialidad. Si un jugador comete una segunda falta amonestada en un partido o se comporta de manera antideportiva, será expulsado del campo con una tarjeta amarilla-roja. En las ligas profesionales, la tarjeta amarilla-roja da lugar a la suspensión de un partido, mientras que en las ligas amateur no tiene ningún efecto en el próximo partido.
Después de una tarjeta roja, un jugador está expulsado de al menos un juego. La duración de la suspensión la determina una junta de arbitraje de la DFB.
Si un jugador, por ejemplo en la Bundesliga, comete una falta digna de rojo sin que el árbitro o sus asistentes se den cuenta, puede ser expulsado retrospectivamente con evidencia televisiva.
